Un positivo balance del primer mes desde la entrada en vigencia de la Ley Antitabaco hizo el seremi de Salud, Osvaldo Iribarren.
Según informó la autoridad, con un total de 122 fiscalizaciones a locales nocturnos sólo se cursaron 2 infracciones “una cifra que nos deja muy optimistas en relación a los resultados que hemos tenido”, sostuvo Iribarren.
Las multas se registraron en recintos de las comunas de Los Vilos e Illapel.
Según aseguró el seremi, la satisfacción por el balance de marzo en relación a la nueva normativa aumentaría, puesto que él mismo habría recibido impresiones de trabajadores de los locales, quienes también estarían satisfechos con la ley. “Están felices, me han señalado que no puede haber nada más agradable que llegar a la casa sin el dolor de cabeza que les provocaba el humo del cigarrillo, y sin ese olor”, señaló Iribarren.
Agregó, en cuanto a los dueños de los recintos, que tampoco habrían tenido problemas en asimilar la normativa. “Eso lo puedo decir categóricamente puesto que he participado de las fiscalizaciones”, sostuvo.
Además, afirmó que no habrían sufrido ninguna repercusión financiera “y, además, producto de su creatividad han desarrollado mecanismos para que sus clientes puedan fumar y en algunos casos han acondicionado lugares al aire libre”, manifestó el seremi de Salud.
RELATIVO CONSENSO. Hicimos un recorrido por el epicentro de la bohemia serenense, el barrio O’Higgins y en el lugar, en general, coinciden con la autoridad de Salud, en el sentido de que la nueva ley no ha incidido mayormente. “Igual ha disminuido la gente, pero no en forma considerable”, expresó Camila Herrera, administradora del local Rock y Psicodelia.
Sin embargo, su balance también es positivo. “La gente se ha portado bien, no hemos tenido mayores inconvenientes. Les decimos a las personas que no fumen y todos respetan la norma. Cero problema”, indicó.
Avanzando por el centro, en el local El Callejón, conversamos con los clientes que se encontraban en el lugar. Ahí la opinión general es que la nueva ley ha dejado un saldo positivo, incluso, para algunos ha sido una motivación para dejar el cigarro. “Antes me bajaba una cajetilla diaria”, cuenta Denise Pizarro. La joven precisa que ahora “se me quitan las ganas de fumar”.
Para Natalia Fredes, la normativa tiene sus pros y sus contras. “Es bueno porque hace que uno fume menos, pero también me molesta que, por ejemplo, cuando una está en la disco, tiene que salir a la calle a fumar”, se lamenta.
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